CMLL-SAGRADO

El sagrado nace en el estado de Monterrey, Nuevo León donde viví con mi familia (cinco hombres, dos mujeres, mi madre y mi padre) en la colonia independencia, recuerdo que  cuando tenía alrededor de 6 años vi una película de “El santo contra  las momias” y en ese momento me sentí atraído por la lucha libre sin saber que algún día lo ejercería profesionalmente.
Tal fue mi gusto  por la lucha que comencé a ver las transmisiones cada semana, mientras las veía me emocionaba de tal manera que brincaba sobre los sillones  y  gritaba apoyando a mi luchador favorito hasta que mi mamá se acercaba enojada y me decía que me bajara del sillón y que dejara de gritar  tonterías porque me iba apagar la televisión sino me comportaba y recuerdo que me dijo “además ellos ni te escuchan así que cállate”  y fue cuando decidí  pedirle  a mi papá que me llevara a ver las luchas , pero en ese momento mi mamá contesto que no,  que estaba loco que eso era muy violento y era para adultos que hasta que estuviera más grande, fue cuando se me ocurrió hacer mis propias luchas teniendo como rivales a mis hermanos y creando mascaras de papel y campeonatos de cartón, nos encerrábamos en la recamara para poder jugar luchitas sin que mi mamá se diera cuenta y después de un rato de la campal que armábamos uno de los tres terminaba llorando y los otros calmándolo porque si se daba cuenta nos iban a  castigar con lo que más nos dolía en mi caso era poder ver luchas y a ellos sin  ver el fútbol así que cuando yo los dejaba llorando terminaba aceptando lo que me pidieran para que así ellos pudieran seguir jugando conmigo a las luchitas, lo bueno es que siempre querían que  jugara fútbol con ellos pero siempre les volaba el balón para que se enojaran y me sacaran del juego.
Cuando iba ser mi cumpleaños recuerdo que mi papá me pregunto ¿Qué quieres de cumpleaños?  Yo conteste me llevas a las luchas y  dijo ¿enserio  quieres ir a las luchas?  con una sonrisa de oreja a oreja le dije ¡si! Cuando oí a mi mamá decir   ¿Cómo no pides ir a misa? en vez de estar pensando en violencia fue cuando  mi papá  dijo que  si eso quería  para mi cumpleaños eso me daría y recuerdo que le comento a mi mamá ya se le pasara su gusto por las luchas déjalo.